Dejo atrás el 2011 Año del Exilio, y voy a por el 2012 con la esperanza de poder bautizarlo dentro de 365 días como Año Generoso.
¡Mis mejores deseos para todos vosotros!
Confieso abiertamente y el autor de la novela "Antigua Vamurta" (Grupo Editorial AJEC, 2011) lo sabe -es lector habitual de este blog, aunque no sé por qué-, que la fantasía épica no es lo mío. De hecho he intentado leer en los últimos dos años dos novelas de ese género, y puedo asegurar que después del esfuerzo de leerlas, no compraré las segundas partes -como veis digo el pecado pero no a los pecadores-. Pero de "Antigua Vamurta" solo puedo decir que durante el último mes ha sido aunque a pequeñas dosis por cuestiones obvias, una nota de color en mi gris existencia, y ahora solo me cabe esperar la edición de la segunda parte, que en este caso os aseguro que ya estoy deseando leer. Acercaos al blog de Igor Kutuzov Antigua Vamurta y allí podréis disfrutar de textos y relatos anexos, por llamarlos de algún modo, que poco a poco van completando ese universo surgido de la imaginación del autor. Sus conocimientos de historia y su exhaustiva documentación en muchos aspectos, hacen que esta novela sea verdaderamente entretenida y "fantásticamente" real. Sin magia barata, con razas no humanas pero muy humanas, con algunos monstruos, con impecables toques mitológicos, pero sobre todo con aventuras que bien podrían ser historia y que a mí personalmente me han hecho disfrutar... No voy a escribir más porque estoy francamente espeso después de una guardia. Además he dedicado un poco de tiempo a crear uno de esos pequeños divertimentos para ilustrar estas torpes palabras, que espero sean del agrado del buen amigo Igor, al que aprovecho para felicitar desde aquí y desearle mucho éxito con Vamurta y lo que pueda venir después.
Queridos lectores y amigos: este 22 de noviembre no es como los de otros años con las Penas del Purgatorio y derivados. El día de hoy es otro de los que podría sumar a los muchos que desde principios del mes de marzo vienen descomponiendo la imagen de mi pantalla. No consigo reajustarla. Lo sucedido hoy podría considerarse un avance en ese constante intento por reparar este viejo televisor, pero puede ser terrible si no toco bien los botoncitos en los próximos diez dias, y los técnicos no me sirven. Espero reajustar un poco la imagen y verla aunque sea en escala de grises. 
Imagen: "Head of Lady in medieval costume" (1900) x Lucien Victor Guirand de Scévola (1871-1950)
rca en la piel de su víctima salvo unas pequeñas lesiones ligeramente inflamadas [...]. La saliva de ese espíritu abomi[nable] debe contener algún componente fuertemente hemostático, dice el doctor de [...] [ve]cina, y es por eso que las pequeñas heridas que sus presumiblemente afilados dientes produ[cen] son tan poco vistosas. Os preguntaréis como caza ese ase[sino] […] explicaré enseguida. Cuentan […] sangui[nario] como os he dicho, es tan […] [ge]ntil, galante […] aspe[cto] noble e inspira tal confianza, que con su dulce voz y su inocente y lánguida mirada, embauca y seduce, de […] diabólica al joven que ha escogido, y éste le acompaña como si se tratase de […] imagina que la muerte […]. No siempre mata porque si […] deta[lles] […] [re]latos de un leñador que sobrevivió, y también de un carre[tero] […] atacados, coinciden […] les invadió una sensación que el leñador no fue capaz de explicar, pero el joven c[arretero] lo describió como un momento […] felicidad y quedó sin fuerzas y como desm[a]yado o dormido al lado del camino. Todo esto lo testificaron […] del alcalde y el pá[rroco] y luego lo contaron a los dos hombres enviados desde la ciu[dad] para informarse de lo suce[dido] porque se teme que pueda tras[ladarse] […] puede imaginar […] la mortandad que entre tanta […] en la capital. También he podi[do] saber que la bestia […] cruel[mente] ataca sin piedad a las niñas y niños pequeños, pero no acostumbra a hacerlo a menudo por ser poca la fuerza vital que extrae de ellos, y más parece que lo haga por diversión y […] que […] a los débiles hijos de las pobres gentes de estas pequeñas aldeas y villas [...] que por verdadera [ne]cesidad […] Me contaron también que goza especialmente de las mujeres que dan de mamar […] ví[cti]mas […] pechos están vacíos cuando sus hijos reclaman su alimento. Tiene mucho cuidado este demonio de no hacer ningún daño a esas mujeres, pues en su leche encuentra especial placer su paladar, pues infamemente se amama[nta] del nutritivo […] pechos por gula, pues la leche de la mujer le embriaga tanto como el vino a los mortales. He tenido que escuchar la terrible historia de una madre que se arrojó […] al quedar sus pechos secos […] hijita que murió de hambre. Mas me parece exagerada esta última historia por […] escuchado en la taberna y por ver la posibilidad de criar a la pequeña con la leche de las vacas y […] abundan en estas montañas. Lo cierto es […] darse cuenta de que se había dejado engañar por esa abominable criatura […]”
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¡MUCHAS GRACIAS, THIAGO!


Estoy de “ejercicios espirituales” en el Locus Ignorabilis, lugar que puede que a algunos les suene por anteriores posts.