En la Torre Oculta

Quizá sea por el calor, o quizá sea porque no tengo nada que decir, quizá las cosas tienen un final, y el final de este blog sea ahora. No sé muy bien el porqué, pero de momento no seguiré atormentándoos con mis "historias" cotidianas; ni con la historia de los personajes que sí han hecho historia; ni con coronas (aunque quede una parte de ellas por mostraros); ni añadir algunos de las entradas escritas desde hace tiempo, pero que creo que ya no son interesantes.

Digamos que me tomo un descanso.

Gracias a todos por pasear por este Bosque de la Larga Espera, que seguirá con la gran puerta de hierro entreabierta para todos, y casi seguro que seguiré contemplando como caen las hojas de los árboles del pensamiento, y dejando que crezca la enmarañada maleza. Y si os asomáis por esa puerta, quizá podréis ver como sigo esperando, quizá otra vez espere con vosotros; si bajo de la Torre Oculta que siempre cambia de sitio, y que por eso nunca nadie encuentra...

Imagen: grabado de mi colección particular.