Y ya han pasado muchos años.
31 de diciembre de 2009
De cómo en una lejana Noche Vieja, una corbata "prestada" le cambió la vida
30 de diciembre de 2009
28 de diciembre de 2009
14.000 niños inocentes degollados
No obstante, la leyenda podría estar fundada en el hecho de que en el año 7 a.C. hizo estrangular a sus hijos Alejandro y Aristóbulo tras descubrir que uno de ellos conspiraba contra él.
Para Weddig Fricke, autor de El juicio contra Jesús, este hecho pasó a la memoria popular como la matanza de los inocentes, convertida luego, exageradamente, en un degüello masivo.
25 de diciembre de 2009
20 de diciembre de 2009
Tan cierto como que tengo un año más
17 de diciembre de 2009
15 de diciembre de 2009
Un lugar único
¡Salud Ramon!
9 de diciembre de 2009
"El año pasado en Marienbad"
Si la habéis visto, me daréis la razón, y si la veis después de haberme leído, seguro que os parecerá “fascinante y desconcertante”.
8 de diciembre de 2009
Por los amigos lectores de todo mi mundo
5 de diciembre de 2009
Equidna, víctima de la intolerancia
Desde muy pequeña, decidió alejarse de todos, porque los niños se reían de ella. “Equidna la víbora”, la llamaban, y por la noche la pequeña Equidna lloraba desconsoladamente. Cuando creció, pensó que lo mejor sería aislarse de todos para que nadie la viese, y se fue para ocultarse en una caverna.
Pero, y esto no lo sabía Equidna, como tampoco algunos humanos; el aislamiento no es bueno para nadie. El ser humano necesita comunicarse, hablar con los demás. El silencio y la soledad no son sanos, y fueron despertando el rencor y el odio en ella. Un día, cuando un campesino pasaba cerca de su oscura morada, Equidna, salió muy furiosa de su cueva y lo mató.
Le sorprendió descubrir lo verdaderamente fácil que era matar a un hombre, siendo como ella era; y desde ese día, cada vez que alguien se acercaba a su caverna, ella lo mataba y lo devoraba. La fama de Equidna aterrorizaba a todos, pues se extendió hasta el ultimo confín del mundo. Llegó a tan recónditos lugares, como a este bosque, llamado de la Larga Espera.
Con los años todos habían olvidado a aquella niña sensible, que a pesar de tener cola de serpiente, lloraba cuando los demás se burlaban de ella, y huían porque era diferente. Ahora, Equidna, simplemente era una asesina.
3 de diciembre de 2009
Velas. Sólo un poema
Frente a nosotros,
como una fila de velas encendidas,
-radiantes, cálidas y vivas-
están los días del futuro.
Los días del pasado son
esas velas apagadas.
Las más cercanas todavía humeantes,
las más lejanas encorvadas, frías,
derretidas.
No quiero verlas. Me entristece
recordar su brillo.
Frente a mí miro las velas encendidas.
No quiero mirar hacia atrás y asustarme:
cuán rápido la negra fila avanza,
cuán rápido las velas apagadas crecen.