¿Dónde está Morfeo?

Buenos días. Me hubiese gustado comenzar la semana con un comentario diferente, pero así son las cosas.

Son las 5 de la madrugada cuando empiezo a escribir esto. La verdad es que últimamente no duermo muy bien, a pesar de haber dejado de trabajar (baja por “trastorno afectivo, bipolar maniaco” ¡Qué cansino. Siempre lo mismo! Pues como decía, duermo mal, y eso que me tomo el válium cada noche antes de dormir.¡Valiente mierda de válium! como diría un viejo y ya desaparecido amigo. Encima se me pone dolor de cabeza cada noche, y hoy me he controlado la tensión, porque no me fío mucho, pero 118/78 mmHg (unidades de presión), es una tensión arterial perfecta para alguien hipertenso como yo. Supongo que a esto se le puede llamar insomnio, que es un trastorno del sueño, que en este caso es del sueño intermedio, ya que concebirlo no me cuesta nada. Factores como el estrés, la elevada activación del organismo o la depresión son relevantes. (En mi caso me inclino más por el estrés, ya veis). Seguramente estoy somatizando, que de eso entiendo un rato largo, pero la verdad es que necesito una cura de tranquilidad. Espacios abiertos, soledad y librarme de unas cuantas toneladas de peso inútil que cargo sobre mi espalda. De peso físico precisamente no, que de ese ando justito y en descenso.

Luego te preguntas para qué están los demás en estos casos; y la respuesta es simple: para nada. Sólo uno es capaz de salir del hoyo, ayudado por la medicación habitual y con muchas ganas de superarlo (no es ahora el caso), y por supuesto con tiempo. ¡Siempre el tiempo!, y vuelvo a hacer referencia a ese amigo desaparecido. En resumen: demasiada energía pero demasiado contenida, y esas ganas de nada… de nada factibilis… Volveré a la cama y esperaré sentir los tibios brazos de Morfeo, arrullándome.