18 de septiembre de 2008

Algo queda

He hecho una pequeña escapada de 40 horas, ¡sí, sí 40 horas! a nuestra casa (familiar) del pueblo de montaña donde llevo un par de años retirándome en soledad por motivos que no vienen al caso, pero que algunos conocéis y que quizá en alguna otra ocasión comente por aquí. Llamémosle Locus Ignorabilis.

Mientras me sentaba en el mirador de la ermita, que tantos recuerdos me trae, he mirado estos dos días con mucha nostalgia el atardecer otoñal que desde allí se contempla, y que sigue teniendo esa luz especial... ¿Recuerdas, nena?

Qué diferente parece todo después del transcurrir de los años…

TQTNA.

Imágenes: dissortat.

3 comentarios:

Jerukiti dijo...

Qué bonics són tots els pobles... i sí, els records al poble tenen un color especial...

Anónimo dijo...

Claro q recuerdo...y puestos a recordar m viene a la mente una frase de un poema [...llavors q els llavis i la pell recorden, i q senten les mans com si de nou toquessin...] Que buenos tiempos q no han d volver...

Cucú

Anónimo dijo...

Me dejo caer por aquí, me he animado a comenzar yo uno también, me alegra ver que lo mantienes frecuentemente. Se ve que te gusta. Me alegro de ello. Un saludo capuyiyo de alelí ^.-

Gallego.