23 de abril de 2011

“Abominación”. Un relato para el día de Sant Jordi.


Aunque lo que a continuación podéis leer os resulte excesivamente largo o tedioso, creo que merece la pena que le dediquéis unos minutos de vuestro tiempo por tratarse de un trabajo de investigación absolutamente cierto, como todo aquello que suelo escribir relacionado con la familia Von S.


Recientemente encontré entre los muchos papeles que se guardan en la “habitación de lo que no se usa”, el fragmento de una carta escrita sobre papel viejo y amarillento, con letra rápida y poco clara, que me ha hecho pensar en la posibilidad de que algunas de las historias que conocemos sobre hechos poco creíbles y para nada demostrables, encierren en sí mismas más veracidad de la que estamos dispuestos a otorgarles. Este manuscrito está bastante deteriorado, pues el paso del tiempo ha hecho que las polillas y los lepismas, incluso me atrevería a decir que algún ratón, hayan causado estragos en él, y por ese motivo me va a resultar imposible reconstruir el texto en su totalidad. Esta carta debió ser escrita antes de 1873 y dirigida a Jürgen von S., magistrado en Munich, ciudad donde murió de una apoplejía el 3 de enero de ese mismo año. Sin duda la redactó un militar, porque en el margen izquierdo aparece escrito con letra diferente a la del texto: “Del Coronel”. Ni un nombre ni un apellido que puedan darme un indicio de quien era aquel coronel, así que este texto ha de considerarse anónimo. Lo que se describe en él parece ficción, pero al hallarse en aquella habitación, y estar presumiblemente basado en los testimonios de personas que vivieron esos hechos, me inclino a pensar que hay algo de cierto en ello y que no solo es mera superstición. Voy a intentar reconstruir el texto hasta donde me sea posible, y de esa manera facilitar su comprensión, pero a veces he sido incapaz. El encabezamiento de la carta, por ejemplo, está en tan mal estado que no puede leerse nada, así que no sé el lugar desde donde se remitió la carta, ni la fecha exacta en que fue escrita.

Esto que leeréis a continuación es lo que he conseguido reconstruir:


“[...] lugar …[v]alles […] en Ba[vi]era se tiene por muy cierto que […] una abominación […] información […] para […] habi[tantes] […] espíritus, demonios o vam[piros], que de […] podría tratarse, o incluso de todos a la vez, un alp, o el Alp, […] no saber si hay varios o […] existe uno o más, y fuese un ser inmortal […] orillas del Rhin ya se habló de algo parecido muchos años atrás. Alp es como lo llaman las gentes de […] lug[ares] […] inspirador de [ma]los sueños. Suele atacar a mujeres y [ho]mbres jóvenes o en la edad de la ado[lesce]ncia entrando […] sueños […] en todos los casos como un íncubo, lo que hace que resulte más aberrante. Ni las muchachas ni […] jóve[nes], sin embargo, no parecen sufrir trauma alguno […] el tiempo que dura ese […] nefando y si no fuese por las marcas evidentes en sus lechos, como san[gre] o fluidos […] en las […] De […] sueños se alimenta y vive este demonio […] adopta semblante [hu]mano, siempre es un varón joven, […] bien parecido, de maneras amables y […]. Cuando es […] material […] alimento principal es la sangre de varones […]. Siem[pre] son jóvenes y vigorosos, pues su sangre caliente y muy […] le proporciona más fuerza. Puedo […] [tran]quilo pues mis años me […] seguridad frente al monstruo. Según me han con[tado] […] muerde en el torso a sus víctimas, cerca de las tetillas, para beber su sangre. Por norma suele hacerlo en la parte izquierda, porque al parecer desde allí sus […] más fácil[mente] al corazón y […] donde […] fluye con más fuerza y el monstruo queda saciado más rápidamente y expuesto menos tiempo a ser descubierto. Otra razón evidente por la que muerde […] pezones […] es por ser […] lugar discreto. Morder en otras partes del cuerpo, aunque fluya por ellas […] señales más llamativas […] es muy cuidadoso y nunca […] sola gota de sangre y no deja otra marca en la piel de su víctima salvo unas pequeñas lesiones ligeramente inflamadas [...]. La saliva de ese espíritu abomi[nable] debe contener algún componente fuertemente hemostático, dice el doctor de [...] [ve]cina, y es por eso que las pequeñas heridas que sus presumiblemente afilados dientes produ[cen] son tan poco vistosas. Os preguntaréis como caza ese ase[sino] […] explicaré enseguida. Cuentan […] sangui[nario] como os he dicho, es tan […] [ge]ntil, galante […] aspe[cto] noble e inspira tal confianza, que con su dulce voz y su inocente y lánguida mirada, embauca y seduce, de […] diabólica al joven que ha escogido, y éste le acompaña como si se tratase de […] imagina que la muerte […]. No siempre mata porque si […] deta[lles] […] [re]latos de un leñador que sobrevivió, y también de un carre[tero] […] atacados, coinciden […] les invadió una sensación que el leñador no fue capaz de explicar, pero el joven c[arretero] lo describió como un momento […] felicidad y quedó sin fuerzas y como desm[a]yado o dormido al lado del camino. Todo esto lo testificaron […] del alcalde y el pá[rroco] y luego lo contaron a los dos hombres enviados desde la ciu[dad] para informarse de lo suce[dido] porque se teme que pueda tras[ladarse] […] puede imaginar […] la mortandad que entre tanta […] en la capital. También he podi[do] saber que la bestia […] cruel[mente] ataca sin piedad a las niñas y niños pequeños, pero no acostumbra a hacerlo a menudo por ser poca la fuerza vital que extrae de ellos, y más parece que lo haga por diversión y […] que […] a los débiles hijos de las pobres gentes de estas pequeñas aldeas y villas [...] que por verdadera [ne]cesidad […] Me contaron también que goza especialmente de las mujeres que dan de mamar […] ví[cti]mas […] pechos están vacíos cuando sus hijos reclaman su alimento. Tiene mucho cuidado este demonio de no hacer ningún daño a esas mujeres, pues en su leche encuentra especial placer su paladar, pues infamemente se amama[nta] del nutritivo […] pechos por gula, pues la leche de la mujer le embriaga tanto como el vino a los mortales. He tenido que escuchar la terrible historia de una madre que se arrojó […] al quedar sus pechos secos […] hijita que murió de hambre. Mas me parece exagerada esta última historia por […] escuchado en la taberna y por ver la posibilidad de criar a la pequeña con la leche de las vacas y […] abundan en estas montañas. Lo cierto es […] darse cuenta de que se había dejado engañar por esa abominable criatura […]”


Ni un solo vestigio de la siguiente o siguientes cuartillas que darían continuidad a esta extraña carta del coronel a Jürgen von S. he podido encontrar. Hay mucho desorden en todos estos cajones, armarios y baúles llenos de papeles polvorientos, pero seguiré buscando, no lo dudéis.

18 comentarios:

Igor dijo...

Caramba Dissortat. Experimental y clásico al mismo tiempo. Te lo has montado para ser terrorífico de verdad. Todo este embrollo del coronel que sí escribe y la habitación de lo que no se usa (grande), y la escritura recortadita en pedacitos pero que se lee por sobreentendidos textuales, es toda una sorpresa.
Terrorífico. ¿Cómo se te ha ocurrido? El mal exterior que se cobra su peaje, como el Sant Jordi. La sirena, convertida en joven de exquisitos modales. Los detalles, increíbles. Y hasta restar verosimilitud en la misma carta le da más credibilidad.
Creo que la clave (y el terror) de este tipo de historias radica precisamente en la posiblidad de que sean reales. Genial, Dissortat. Felices rosas y dragones.

Pilar dijo...

Que maravilla has encontrado en "la habitación de lo que no se usa". Podría ser la historia de Draco, que según tengo entendido se perdió un día cualquiera de cualquier año, que dio lugar a un sinfín de leyendas de caballeros y dragones.
Creo que has hecho un buen trabajo en su reconstrucción. Me arrodillo ante tí por la proeza y arrojo pétalos de rosa a tu paso.
Felicitats, Dissortat! M'ha encantat!
Bona Diada de Sant Jordi!

Unknown dijo...

Me gusta, y no se si te has inspirado en Lovercraft, pero te ha salido muy "clásico"; excelente entrada para conmemorar el Día del Libro, y de tu santo, Sant Jordi.
Por eso, te felicito, mon ami.
Saludos¡¡

Cayetano dijo...

Buen homenaje para el día de San Jordi.
Un relato de esos que ponen los pelos de punta, con una buena dosis de literatura romántica o gótica (de terror, no de amores pasionales) a lo Poe o, más reciente, a lo Cristina Fernández Cubas.
Un saludo.

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Amigo, quedo aterrado con este relato, que como el de conde Drácula, bascula entre la ficción y la realidad. Voy a ver si tengo ajos en la cocina... Excelente trabajo. Y muchas felicidades Jordi.

Patricia dijo...

Quina manera més autèntica de celebrar Sant Jordi. Felicitats Dissortat!!! M'apunto a totes les coses boniques que et diuen. Lovecrat, Poe, Bram Stoker. No sé com has aconseguit un equilibri tan perfecte entre relat clàssic i modern, però ho has clavat. I aquí em deixes, tremolant de por i amb els pèls de punta que semblen les punxes de les flors d'aquest bonic dia. Que gaudeixis del teu Sant.

Una abraçada!

Laura T. Marcel dijo...

¿Miedo? ¿Quien dijo miedo? Casi morbo más que miedo. O potser com que ja no sóc candidata a ser "xuclada" ja no hi veig perill.
Un molt bon relat per aquesta diada. Un petó molt fort amb les meves felicitacions.

Ccasconm dijo...

Un homenaje a Poe mezclado con un poco de estilo vampírico y misterios sin resolver de los que se llevan actualemente en la literatura. ¿Sabes que yo también tengo una habitación de esas donde hay cosas que ya no sirven? A veces me refugio en ella buscando la respuesta a los enigmas del pasado, de mi propio pasado.

Saludos

PACO HIDALGO dijo...

Hay misterio, hay oscuridad, hay intriga de la buena, muy propio de tí y de las cosas oscuras. Feliz día del libro y felíz onomástica, amigo Jordi. Te dejo con una cita del gran Quevedo, siempre tan atinado: "Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga". Un abrazo.

Colotordoc dijo...

Me ha gustado mucho el relato. Desde que leí la palabra vampiro ya me interesó ;D

Un gran relato para San Jordi y espero que sigas buscando para encontrar lo que sigue

Saludos

maria dijo...

Interessants recerques les teves.Espero que hàgiu tingut una bona diada.

Roberto T dijo...

Me encantan estos relatos. Y éste es particularmente interesante. Para haber estado deteriorado el original, se entiende muy bien. Y eso de que el monstruito se te aparezca en sueños, sin que te puedas prevenir, da mucho yuyu (jajajá). Aunque creo que yo ya supero un poco la edad de sus víctimas preferidas, y debo estar tranquilo (jajajá). Esperemos que aparezca la continuación. Saludos.

Len0re dijo...

Me ha encantado, ese ser tan terriblemente misterioso, me ha encandilado desde el primer párrafo. Lástima que no tengas mas información sobre el...
Por si acaso me acostaré con una maza y una estaca bajo la almohada.

Enhorabuena y muchas felicidades.

La Meva Perdició dijo...

Exquisit, Dissortat, d'un classicisme contingut i vibrant. Les imatges m'arriben al cervell com flashos d'un film de la Hammer o l'Universal, en blanc i negre, color sèpia. M'agrada el tarannà de periodisme arqueològic que destil·la. Un bon regal de Sant Jordi. Desitjo de veritat que el protagonista trobi i rescati nous pedaços d'aquesta història.
Una abraçada.

TORO SALVAJE dijo...

Investiga sin descanso.
El relato lo merece y nosotros también.
Muy bueno.

Saludos.

EG dijo...

Amigo, venía a preguntarte donde has estado, pero veo que la que desapareció fui yo. Estuve viendo viejos posteos y encontré tus palabras. Espero andes bien, mañana temprano te estaré leyendo para ponerme a tono. Un abrazo.

Jerukiti dijo...

Espectacular aquest relat!!! Anonadado me dejas!! Simplement desitge que trobes prompte la resta de "quartilles" que falten del relat i sapiguem què va ser finalment d'aquest ser... que encara que pot paréixer demoníac... qui no ha desitjat mai poder "encandilar" d'eixa manera per poder "mossegar"??? Jeje. M'encanta.

◊ dissident ◊ dijo...

Diez años más tarde, gracias a todos, amig@s!