
Hay buenos recuerdos que también deben ser olvidados.
Hay buenos recuerdos que también deben ser olvidados.
Imagen: coches de choque x dissortat
Todo ese ambiente, me ha hecho recordar que yo no tuve una adolescencia demasiado “normal”. Eran otros tiempos, la verdad, pero yo era un poco “extraño”, pues no compartía muchos de los gustos de los demás (ni ellos los míos). Sin ir más lejos, no me gustaban las ferias, ni me gustan. Esos pequeños detalles, me mantenían, en muchos casos, al margen de esas relaciones de profunda camaradería a las que se llegaba, y se llega todavía, entre los chicos de esa edad. Después, crecí, y la verdad es que comencé a compaginar mis gustos con los de ellos –también hice el vándalo-, y he de reconocer que no me desagradaban; pero seguía siendo “diferente”. Hoy, viendo a tantos adolescentes haciendo cosas propias de su edad, he pensado que me gustaría poder hacerlas. Ahora, de hecho, podría hacerlas tanto o mejor que ellos, pero sería inapropiado, así que “me mojo las ganas en el café”, como dice la canción de Mecano, y sólo puedo mirarles a través de la ventana de la cafetería. Por unos momentos me he sentido algo melancólico pero emocionado, por ver como se estaban divirtiendo, como disfrutaban de esas cosas tan simples como es montarse en una atracción de feria, y reírse a mandíbula batiente, entre empujones y palmadas a la espalda. No fui lo sufientemente listo para adaptarme a las circunstancias.
Ilustración de David Buisán. Muy recomendable.
Per al bon amic Eduard